Estoy seguro de que no os suena extraño que, en muchos contextos, algunas personas os den “consejos” a nivel nutricional (obviamente esto no solo se queda aquí, afecta a más campos, aunque me centraré en mi campo). En este caso, un gran porcentaje de estas afirmaciones (me atrevería a decir que ronda el 99%) son falacias y/o magufadas. Y cada vez más en el mundo de la nutrición en el deporte

¿Por qué? 

No quiero decir con ello que haya mala intención por parte de nadie (en muchos casos sí, por interés), pero cabe decir que muchas veces ni todo es tan sencillo, ni tan complejo como se pinta. 

Iré más allá, incluso en el caso ideal de que algún profesional responsable recomiende una estrategia a algún usuario, y le funcione, se debe tener precaución a la hora de pregonar a los cuatro vientos que dicha estrategia es buena, o es mala. No por el hecho de que esté mal planteada, ya hemos dicho que en este caos ideal está planificada de forma perfecta. Sin embargo, se ha diseñado PARA UNA PERSONA EN CONCRETO, EN UNA SITUACIÓN DETERMINADA, CON OBJETIVO ESPECÍFICO, Y CON UNAS CARACTERÍSTICAS ÚNICAS

Por tanto, ni que decir tiene que ir diciendo a diestro y siniestro que es la mejor planificación, hay que pensar a quién se lo recomendamos. En muchos casos, no provoca ningún problema grave a nivel físico, psicológico o fisiológico en la persona que toma estos consejos. Pero en MUCHOS OTROS, SÍ. 

Y eso que estábamos hablando de un caso diseñado por un profesional…

Imaginaos si el plan lo idea alguien irresponsable, que le gusta leer blogs. O incluso peor, personal de gimnasios, responsables de marcas de suplementos no responsables, entrenadores u otros ejemplos de sujetos con una cierta autoridad no titulados, y valga la redundancia, NO RESPONSABLES. 

Podría hablar mucho más sobre el tema, pero como no es un blog, indicaré mis conclusiones brevemente, y me abro a que me hagáis las preguntas que consideréis oportunas en los comentarios.

Antes de adoptar un plan dietético, una forma de alimentarte, o si tomar o no un suplemento, te recomiendo que lo consultes al personal adecuado. De esta manera te ahorrarás muchos problemas, tanto económicos como de salud (a nivel físico, fisiológico o psicológico, entre otros, Y ESTO ES LO REALMENTE IMPORTANTE), así como quebraderos de cabeza. Por supuesto, ni que decir tiene cuando ya hablamos de química (tema del que no procede ni pretendo hablar).

Mi intención es que te quedes con que: hay que tratar cada caso como único, individualizando y planificando correctamente una estrategia. 
Tú eres una persona única, con una situación, unos objetivos, y unas necesidades determinadas.  Ni un suplemento te pone fuerte per-se, ni te hace perder grasa por arte de magia. Así que, antes de hacer caso a la persona del departamento de al lado, al fuerte del gimnasio o a la amiga o amigo de tu tía… 

PIÉNSATELO Y ASUME LA RESPONSABILIDAD. Porque no sabes todo lo que hay detrás. Es más, casi siempre hay de todo menos evidencia científica y una gestión responsable de una planificación nutricional.

NO VALE TODO PARA TODO, NI PARA TODOS.
GRACIAS POR LEER.
¡ABRAZO!